La crianza de un compañero doméstico felino está cada vez más difundida. No es extraño encontrarse ahora con ferias, con una magna asistencia, que engloban la muestra de cientos de razas particulares de los tiernos mininos. El mundo se ha dividido en dos: ya hay personas de perros o personas de gatos; muy pocos términos medios. Pero aunque los gatos son un animal inocente y, generalmente, poco agresivo, puede haber algo más en tu casa o apartamento, escondido a los ojos del buen observador.
La costumbre de mimar a los animales domésticos es muy difundida. Las demostraciones de cariño que el hombre ha encontrado para satisfacer su apego son variadas y en algunos casos, y para ciertas personas, repulsivas. No es difícil encontrarse a las personas abrazando o compartiendo su cama con sus gatos: al final son nuestros amigos. Pero cuando las demostraciones de afecto se vuelven un peligro, vale la pena cuestionarnos sobre sus consecuencias.
Así lo ha demostrado un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, que afirma que las enfermedades que nuestros queridos felinos portan “son más peligrosas de lo que se creían”. La enfermedad denominada “arañazo de gato” es más seria de lo que indica su nombre y en casos excepcionales, podría significar su muerte.
No sólo besar, o entrar en contacto con la saliva del gato, es la causa del contagio. Los mordiscos o arañazos, de gatos infectados, tienen un mayor índice de contraer la enfermedad, la cual se ocasiona por la infección de la bacteria Bartonella henselae. Entre los síntomas comunes están: protuberancias en la herida, fatiga, fiebre, dolor de cabeza, inflamación de los ganglios linfáticos y molestia general. Entre los síntomas menos comunes están: inapetencia, dolor de garganta y pérdida de peso.
Pero es en los casos extremos, que al parecer estaban asociados a otro tipo de circunstancias, los que preocupan. Según la investigación “el alcance y el impacto de la enfermedad es más grande de lo que pensábamos” y han atribuido la pericarditis, inflamación en el corazón, y la encefalitis, inflamación en el cerebro, como síntomas de extremo cuidado.
Esta enfermedad se causa por la bacteria llamada Bartonella Henselae. Los felinos suelen llevar la bacteria en sus uñas, en tanto y en cuanto:
- Tienen pulgas infectadas, aunque tenga presente que no todas las pulgas portan la infección.
- Tienen contacto con heces de pulgas que llevan la infección.
- Tienen una pelea con otros gatos que portan la infección.
Lo anterior para significar, que si tu gato vive contigo; juega, come y duerme al interior de tu casa; no tiene contacto con la calle y tiene las vacunas, pulgas y desparasitación al día, es casi imposible que esté infectado con la bacteria.
La enfermedad del «arañazo de gato» se contrae si el gato infectado te muerde o araña al punto de sacarte sangre o te lame una herida.
¿Es cierto que la enfermedad «arañazo de gato» te puede matar?
En situaciones excepcionales, cuando se desarrollan complicaciones y no se tratan intensivamente, puede acaecer la muerte. Sin embargo, las personas con mayor riesgo son las personas que padecen deficiencias inmunitarias y los niños menores de 5 años.
¿Cómo prevenir la enfermedad?
- Lavar rapidamente con bastante agua y jabón, ante cualquier lesión causada por mordedura o arañazo de un gato infectado.
- Lávate las manos con mucha agua y jabón, después de jugar con tu gato. Si tienes niños en casa, ten especial cuidado con ellos.
- A las personas que tengan un sistema inmune bajo, se les aconseja tener gatos mayores de 1 año de edad, porque éstos son menos probabl que adquieran la infección.
- Procura no tocar o acariciar gatos de la calle, a menos que tengas la seguridad que están vacunados y no se encuentran infectados.
- No dejes que tu gato te arañe o muerda.
- No dejes que tu gato lama las heridas abiertas que tengas.
¿Cómo prevengo que mi gato sea infectado?
- Las uñas de tu gato siempre deben estar cortas.
- Aplícale a tu gato anti pulgas cada mes.
- Revisa periódicamente que tu gato no tenga pulgas.
- Revisa que en tu casa no hayan pulgas. Si es necesario, fumiga y aspira a profundidad.
- Visita periódicamente al veterinario, con el fin que revise la salud de tu gato.