Desafortunadamente nuestro mundo se ahoga en la “mentira organizada”, se manipula la noticia y también la imagen; el sexo se adorna de mentira; por todas partes se nos dan mensajes de pura lata, de cáscara, de tonterías sin ningún contenido profundo. No todo es malo por supuesto pero, este mundo se está ahogando en la imagen barata.
Dios, por el contrario, nos ofrece su Palabra, es Palabra de alguien que ha dado la vida por nosotros, es Palabra que brota llena de vida. Sin duda: la mejor Palabra en los momentos decisivos de la vida. Palabra que da una fuerza que empuja a vivir. Palabra que me abre camino, que me lanza al riesgo, a lo difícil. Palabra que nos ilumina qué hacer con esta vida única que tenemos y con la que no podemos jugar.
La palabra de Dios, cambia todas las cosas, llama al cambio de corazón, a enderezar la vida. Definitivamente sí, “ hay palabras de palabras ”. En un mundo que se esta llenando de palabras vacías, la palabra de Dios, que escuchamos en la Misa, que leemos en casa, o que reflexionamos en silencio, está llena de razones, abunda en sentimientos de alegría, de esperanza y de perdón, alimenta nuestra alma para darle la fuerza necesaria en un mundo que a pesar de las muchas “palabras” se está quedando sin la mejor de ellas, aquella que nos inspira un cambio permanente de actitud y sobre todo que llena el alma de color y de calor, para poder mirar la vida con ojos nuevos.
Presbítero Carlos Mario Hincapié
Parroquia Santa Juana de Arco