Instagram en una de las plataformas que más acoge a los famosos, la red social se ha convertido en una vitrina de talentos.
Elizabeth Loaiza es una de las modelos colombianas más halagadas del país.
Su belleza la lleva a ser apetecida por diferentes marcas gracias a su aspecto físico.
En su perfil oficial cuenta con 1’074.546 de seguidores, a los que les comparte fragmentos de su vida profesional y personal.
Se puede decir que la mayor parte de las fotografías de la modelo caleña, muestra mucha piel y, generalmente, son en escenarios de playa.
Pero eso no es molestia para los que deleitan sus ojos a partir de la despampanante belleza que refleja.
Aunque nunca falta los que buscan motivos para criticarla.
No todo para ella gira en torno a su vida profesional, así sus publicaciones traten de mostrar eso.
Elizabeth, a sus 29 años, es madre y entre sus pasiones también está viajar.
Anteriormente había sido noticia por los desnudos que hizo para la Revista don Juan.
Pero su última publicación enciende por el contenido y por el mensaje que le dedica a sus seguidores.
¿Qué dice la publicación?
La foto es totalmente desnuda, de espaldas y sobre una cama, a lo que inicia en la descripción diciendo:
«Por aquí les dejo, me retiro lentamente… Que hablen lo que quieran, al fin y al cabo ya estoy acostumbrada».
Seguido de eso, aclara:
«Lo que digan no me quita, ni me pone. Soy una mujer como las que critican. Con la diferencia que para mantener ese cuerpo que ven ahí, voy al gimnasio y como bien, no me siento a criticar a otras«.
La modelo luego de su mensaje fuerte y contundente, baja un poco el tono finalizando el mensaje así:
«Solo buena energía y les recuerdo algo, mostrar el cuerpo no es sinónimo de venderlo. El mío no tiene precio, para eso trabajo«.
Aunque se desconoce el motivo del comentario, se puede asimilar que ha recibido críticas frente a lo que muestra o publica.
Para ella tal vez lo que digan es que está loca, pero aconseja que las personas que ocupan su tiempo en hablar del otro, deben ocuparlo más bien, en mejorar su aspecto.