Todos conocen la leyenda de «la llorona», pues resulta que a un vigilante se le apareció en la Quinta de San Pedro Alejandrino, en Santa Marta.
La leyenda que cuentan los abuelos hablan que una mujer ahogó a sus hijos y como castigo fue condenada a vagar por la eternidad. Se dice que se le puede ver en los bosque o las orillas de ríos, llorando y lamentándose por sus hijos, otros dicen que se roba los niños desobedientes y que se les aparece a los hombres infieles, a los perversos, a los borrachos y a los jugadores.
El vigilante cuando iban siendo las dos de la madrugada, le logró tomar una fotografía al espectro, al publicarla generó tal alerta en la ciudad que han aumentado las visitas a la Quinta de San Pedro, última morada del libertador.
Han sido varios los avistamientos del espectro en Colombia y hasta ahora no se ha identificado con claridad.