Etiquetar a los habitantes de una nación por las acciones de un grupo de ellos resulta muy arriesgado, sobre todo si se trata de un país donde reina la diversidad. Los colombianos han sido marcados por algunos estereotipos, falsos en su mayoría.
La fama que ronda a algunos colombianos en el extranjero suele guiar la mirada del mundo, creando falsas cualidades a quienes habitan en el país. Sin embargo, resulta propicio que tales estereotipos sean revisados con lupa, para evitar caer en prejuicios.
- Las drogas han marcado la historia de Colombia, pero no significa que todos los colombianos se dediquen a esta actividad, ni que el narcotráfico este tan de moda como se rumora en el exterior.
- No todos los colombianos se mueven como Shakira, aunque las caderas de la cantante colombiana se han hecho famosas, no todos en el país tienen ese don.
- El tono colombiano no existe, en el país cada región tiene su acento: se habla pastuso, caleño, bogotano, cucuteño, en fin.
- Aunque el colombiano es conocido como muy “avispado” en sus acciones, lo que realmente es creativo y muy trabajador, siempre dispuesto a salir adelante, en la búsqueda de soluciones y alternativas.
Son muchas las etiquetas que le han puesto al colombiano, pero la realidad puede ser muy diferente. Los habitantes de Colombia realmente son: creativos, trabajadores, divertidos, amables y atentos.