Las expectativas de la economía en Colombia respecto a lo que se viene
El fin del conflicto armado abriría a Colombia una ventana para el desarrollo rural, empleo y competitividad en el país. Estas décadas de constante guerra, en especial en el campo, los cultivos ilícitos, masacres, desmovilizaciones, secuestros y demás, ha impactado negativamente en el desarrollo de la población.
conlaorejaroja.comCon la firma del proceso de paz se consolida una reforma agraria de fondo, como la recuperación y uso correcto de las tierras y modernización de las mismas. La agricultura, motor de un país, debe superar estos baches de las secuelas de la guerra para pensar en el futuro en prosperidad y en paz.
Varios beneficios se han planteado:
Primero: mirar la paz a largo plazo en el territorio nacional y así contribuir a enfrentar el déficit fiscal y la inflación creciente.
Segundo: se recupera la confianza en los inversores, ya que se tiene cierto temor por algunos puntos en el tratado de paz.
Tercero: Buscar el desarrollo definitivo del campo que garantice un progreso sostenible y duradero para los campesinos que residen y los que van a recuperar sus tierras.
Cuarto: implementar proyectos eficaces en la agricultura. Dejando a un lado los antecedentes de gobiernos anteriores como el programa sin éxito de Agro Ingreso Seguro.
Quinto: beneficiar el sector minero quien es el más afectado en esta largas épocas de guerra. El conflicto armado ha impactado la productividad y puesto en riesgo los recursos con los que se financian los programas de este dicho sector.
Sexto: la llegada del postconflicto es un escenario de varios desafíos para la transición hacía la convivencia y reconciliación de los colombianos. Esta es una gran oportunidad para el progreso y eliminar actividades ilegales.
Séptimo: No más desmovilizaciones; se debe realizar estrategias para que el agricultor vuelva a sus viviendas y propiedades de origen.