La protagonista del hecho fue una una ucraniana de 25 años, quien irrumpió en la basílica de San Pedro, se alzó la bata, mostró sus senos y dejó ver la frase «Assaulted by Church» (agredida por la iglesia), la cual estaba acompañada del hashtags #METOO.
Según relató la policía, la mujer que pertenece al movimiento feminista «Femen» se apoderó de la estatuilla del niño Jesús gritando «¡Dios es mujer!».
El hecho se produjo dos horas antes de la bendición Urbi ey orbi (a la ciudad y el mundo), ritual que es impartido año tras años desde el balcón de la basílica por el papa y que sería presenciado posteriormente por más de 50.000 personas.
La ucraniana fue detenida por la policía italiana bajo los cargos de «resistencia y por propinar heridas a un representante del orden público, ofensas a confesiones religiosas, tentativa de robo y actos obscenos en lugar público».