Seguramente no es la primera vez que escuchas que Colombia es un país de gente cálida y amable. Sin embargo, si vives aquí, difícilmente notarás este hecho tan cotidiano. Los extranjeros por su parte, viven fascinados por esa calidez y esa amabilidad. Aquí somos «tocones», «entradores», afectuosos, conversadores, serviciales, sonrientes a toda hora: todo lo que ellos normalmente NO son (obviamente estamos generalizando para efectos prácticos).
«Gracias», «por favor», «con muchísimo gusto», «disculpe». Todo el tiempo, en cualquier parte de Colombia.
NO es ningún secreto: nuestro mayor atractivo es nuestra gente, pero no es el único. Aquí algunas de las razones que dan los foráneos para venir a nuestras ciudades y elegir incluso quedarse.
Basta con andar un par de horas (o incluso menos) por la carretera para cambiar de piso térmico y pasar de 15 a 30 grados o viceversa. No nos damos cuenta del significado de esto, pero en la mayoría de los países del mundo, no hay escapatoria de los climas extremos.
Colombia es sinónimo de riqueza, de posibilidades, de abundancia. Esta tierra que da de todo, merece todo el amor y cuidado (y mucho sentido de pertenencia).
Esta no es ninguna sorpresa. «Otro nivel», dicen los extranjeros que no pueden creer la cantidad de mujeres lindísimas por metro cuadrado que hay en esta tierra.
¿Será cierto? Así lo sostienen todos los extranjeros con los que me he topado. Y honestamente, las veces que me he ido, es una de las cosas que más extraño: la calidez, el buen servicio y una sonrisa amable de un desconocido.
Pese a la adversidad y la escasez de muchos, este país no niega a nadie al menos una sonrisa y una cara amable.
Por si aun no lo hiciste, no te lo pierdas.
La dinámica de familia es vital en la vida de un colombiano: aquí luchamos por mantener los lazos a través del tiempo. Aunque sea extraño, esto no ocurre en muchos lugares.
En Colombia la soledad es difícil de lograr -aun queriendo-. A menudo estarás rodeado por alguien que quiere darte una mano, acompañarte y saber si estás bien.
Vida nocturna, cafés, restaurantes, mujeres hermosas, buenas telecomunicaciones, buena infraestructura de transporte: todo lo necesario para mantener el entusiasmo y tener una buena calidad de vida.
Colombia progresa continuamente, se da a conocer. Se abre al mundo y expande las posibilidades de una mejor calidad de vida.
Ese movimiento inconfundible de caderas se lleva en la sangre. Tendrías qué haber nacido aquí para tenerlo 😉
Aunque nuestro país continúa remando entre episodios de inseguridad, Colombia no es ni de lejos lo que fue un par de décadas atrás. He escuchado incluso decir que es «la ciudad más linda del mundo». En cualquier caso, es la ciudad que atrae en un principio a más turistas hacia nuestro país.
Por mucho frío o mucho calor que haga, en Colombia los rangos de temperatura son bastante soportables para cualquier ser humano, lo que no ocurre sino en este delgado trópico.