¿Recuerdas el trompo? Esta es su historia.
Un torno, una gubia y el olor de la madera circulando a través de la cuchilla, para darle forma de gota al cedro, al pino o al roble. Se podrían ver los talleres artesanales en las ferias, repletos de aserrín y pega, ofreciendo las diversas peonzas de todos los tamaños. Esta es la historia del trompo.
elcomercio.comEl origen del trompo es incierto. Aunque se tienen registros de hallazgos de viejas peonzas hechas con arcilla desde el año 4.000 antes de Cristo en la orilla del río Éufrates, se calcula que su existencia podría ser anterior. Hay rastros de trompos en pinturas antiguas y en textos literarios de épocas remotas. Catón el Viejo menciona en su compendio de las culturas de su época, al objeto como herramienta de entretenimiento. Pero en la literatura romana sobresale la obra de Virgilio, el cual en su Eneida, menciona en verso al objeto, mientras narra el juego de manera especialmente parecida a la actualidad: «Cual suele el trompo del torcido azote herido andar volando a la redonda, al cual el escuadrón de los muchachos, a semejante juego muy atentos, en ancho corro baten y menean por las vacías salas y palacios”.
El trompo es un juguete universal; quizá el primero en ser universal. Diversas culturas tienen su propia técnica artesanal de desarrollarlos y para determinadas poblaciones, como la de Japón, son parte esencial de su cultura lúdica: siendo uno de los países con más diseños relativos a las peonzas del que se tenga memoria.
La versión más aceptada es que por alguna razón, que es más especulativa que precisa, la relación cultural de Europa con Asia y Oriente abrió también la posibilidad de que estos pequeños juguetes se abrieran paso a través del interés del comercio por herramientas curiosas. Pero la obra investigativa de Emory Dean Keoke, un historiador sobre los Indios Americanos, confirma que los trompos habían sido ya inventados por las culturas precolombinas.