Nuestra serie de expresiones utilizadas en Colombia, pretende realizar un análisis profundo sobre el porqué nuestro dialecto, a nivel regional o nacional, se ha construido bajo ciertas características que se han convertido en verdaderas curiosidades. Ya hemos explorado expresiones como “parcero”, “chévere” o “qué boleta”. En esta oportunidad es momento de conocer el “pues”.
memegenerator.es¿Quién no conoce esta expresión? El “pues” en Colombia parece significa mucho y parece significar nada. Los antioqueños han acogido la expresión como una muletilla lingüística, apoyándose en su ausencia de significado contextual y usándolo en todo lo que pueda parecer posible: “Mirá pues. Qué cosita pues hombre. No, no, no pues. ”. En el artículo donde exploramos el origen del “Ave María” prometimos que se realizaría un estudio sobre el “pues” y aquí lo tienen.
La palabra “pues”, definida por la Real Academia Española como una conjunción que “denota causa, motivo y razón”, viene del latín “post”, que significa “después”. De esta raíz latina derivan, por ejemplo, palabras como: póstumo, postigo, posterior y posteridad. La pregunta que ahora sigue, y que adivino se está realizando cada uno de los lectores, es la que intenta responder la razón por la cual “post” evolucionó a “pues”.
La etimología define al uso del lenguaje como una de las causas de creación de nuevas palabras. La falta de capacidad educativa de los primeros pueblos que acogieron el castellano como idioma, fueron modificando el uso de las palabras con la cotidianidad y la herencia. Esta misma razón es la que explica el por qué, por ejemplo, la palabra “mismo” antes era escrita y utilizada como “mesmo”.
Como dato curioso: para el español, el uso de las palabras siempre ha sido un tema para tratar con seriedad. Desde que la Real Academia Española se unió, en el año 1713 para proponerse la difícil tarea de crear un diccionario de la lengua castellana. El primer fruto de este trabajo fue el Diccionario de Autoridades, una recopilación académica que inició la filología española. En esta obra se evidencia que la palabra “pues” no sólo se consagraba como parte del lenguaje hablado, sino que además se construía de doce definiciones diferentes.