Un particular candidato al Congreso de la República es Ramón Marín, no solo por la original campaña para denunciar la corrupción (en calzoncillos) sino por sus diferentes iniciativas en lo que respecta al bienestar social y ciudadano de los colombianos.
Se trata de Ramón, el del calzoncillo, un candidato al Senado por el movimiento Opción Ciudadana.
De acuerdo con el ‘Diario de campaña’ de Eltiempo.com, este método de protesta obedece a que los corruptos «nos están dejando empelotos».
Más allá de referir una amplia y profunda trayectoria política, el aspirante posee un arduo recorrido en acciones dirigidas al liderazgo social.
Entre ellas: viajar de Bogotá a Cartagena en Bicicleta con el fin de exigir la liberación de los civiles secuestrados, al igual que ir trotando de la ciudad capital hasta San José del Guaviare, aún cuando ninguno de sus familiares estuviese en cautiverio.
Y también para apoyar a las víctimas -relató el candidato- ha pedaleado durante 24 horas seguidas en Bogotá y viajado desde allí hasta Ipiales.
Respecto al fundamento y motivo que le da sentido a su excepcional forma de campaña, le dijo a Colombia Me Gusta:
«Tomé la decisión de iniciar esta campaña orientada a despertar la conciencia en la ciudadanía en general, pero especialmente en nuestros jóvenes para que participen, que no se dejen robar las ilusiones y que ellos, si Dios lo permite, vean que es posible hacer una campaña limpia».
Finalmente el candidato habló de algunas de sus propuestas: lograr una pena mínima de 15 años y una máxima de 60 para los corruptos, así como la expropiación de sus bienes.
De igual forma quiere promover iniciativas más contundentes para atacar la delincuencia como el uso del grillete físico a los delincuentes para que sean atendidos por sus propias familias y cárcel física para los menores de edad en establecimientos carcelarios especiales.