Un sonido de tiple junto con la tonada rítmica del bambuco. Dos hombres, de sombrero y vestir blanco, los dos medio dormidos, que cuando hablan arrastran las sílabas como símbolo de pereza. ¿La razón? La representación satírica del hombre perezoso, poco trabajador, que le huye al esfuerzo. Una de las expresiones más conocidas del comediante José Ordóñez, creador de Ordoñese de la Risa.
La música le da entrada al “boceto televisivo”, un pequeño fragmento de poco más de un minuto, que realiza una maratón de contenido humorístico en donde el centro creativo es el humorista José Ordoñez. Y comienza “Celio”, mientras alarga la vocal “o” en una metáfora de dejadez. Y el otro le responde “¿qué?”. Así comienza el fragmento de uno de los personajes más queridos de la generación de los 90s.
La hamaca como símbolo y un rancho campesino. El “sombrero vueltiao” y una correa de cabuya. “Quieto Godzilla, quieto” le dicen a un perrito “pinscher miniatura” mientras lo soba. La búsqueda de los hechos cotidianos de la cultura colombiana como el centro del humor, resaltando las ocurrencias más extrañas y las personificaciones más divertidas.
Los escenarios que se encuentran son diversos, pero siempre con una profundidad muy marcada sobre las características más diversas de la cultura campesina de Colombia. Los gestos de expresión, sobre todo cuando Celio responde junto con un gruñido agudo, acompañando a cada frase con una actuación que da el mensaje de “deje dormir”.
La sensación de marcar la diferencia entre “el Gordo y el Flaco”, con la gracia del “¡qué pereza!”, hacen que los personajes tuviesen un símbolo de representación único y divertido. La generación de los 90s ya sabía quién era quién: el hablador y el quejoso.
¿Y tú? ¿Qué es lo que más recuerdas de Celio en el programa de Ordóñese de la risa? ¿Cuál era tu personaje favorito? ¿Qué momentos recuerdas de los fragmentos más graciosos? ¡Regálanos tu opinión!