A pesar de estar colmada con los modernismos de la música, desde el siglo pasado Colombia, en especial la ciudad de Medellín, ha estado marcada con la grandeza del tango y sus tradicionales expresiones lunfardas (jerga originada y desarrollada en la ciudad de Buenos Aires).
www.taringa.netLa historia del género musical más representativo de Argentina, llegó a “la capital de la montaña” alrededor de 1920, cuando Medellín, y en general el departamento antioqueño, comenzaba a convertirse en el desarrollo industrial más importante del país.
Fue en ese entonces cuando los obreros de proyectos como la construcción de la vía al Mar o la del Ferrocarril de Antioquia encontraron los escenarios perfectos para disfrutar, además de un bambuco o una guabina, un tradicional tango, que sin pensarlo se convirtió en parte de sus vidas y sus expresiones cotidianas.
La marcada influencia tanguera, se reforzó con las visitas de Carlos Gardel a la ciudad y el gran gusto de los medellinenses por este género musical y el cual aumento con la muerte del argentino, impulsando además las expresiones lunfardas que hacían parte de las letras de los tangos.
Expresiones como amurado (encarcelado, ansioso), tombo (vesre de botón, que era policía), gato (de escasos medios), cana (cárcel), engrupir (engañar), campanear (vigilar), tirado (sin plata), tira (policía secreto), bacán (persona adinerada) y pichar (deformación de pinchar, que es tener relaciones sexuales), entre muchas otras que todavía se usan, son algunas palabras que dejó el tango a Medellín y a Colombia entera.
Ahora, además de las canciones y las expresiones tradicionales, en Medellín el tango está representado en el barrio Manrique, por la Avenida Gardel (La 45), considerado el sector más tanguero de la ciudad. Además del Museo Casa Gardeliana, fundado por el argentino Leonardo Nieto en 1973 y declarado Patrimonio Histórico y Cultural.