El arribo masivo de venezolanos a las principales ciudades del país ha generado que la competencia laboral haya aumentado progresivamente en lo que va 2017.
En el caso puntual del gremio de trabajadoras sexuales, se quejan de la competencia «desleal» por parte de las venezolanas, quienes estarían cobrando montos menores a los pautados por los colombianas, los cuales oscilan entre los 70.000 y los 100.000 pesos.
En conversación con Blu Radio, una colombiana que labora en Bogotá y quien prefirió ocultar su identidad, contó que «los clientes llegan al local y cuando una de nosotras le dice que el servicio cuesta 80 mil, de inmediato se queja diciendo que una venezolana le cobra la mitad y le hace más».
La misma cadena radial habló con una venezolana, quien desmintió tal acusación, además argumentó que ellas cobran más por el hecho de no ser de aquí.
Este tipo de denuncias se suman a las ya hechas en Medellín, Norte de Santander, y el caso más sonado que se dio en la ciudad de Bucaramanga.