Como ya habíamos visto en la evolución del billete de un peso, en donde analizamos su desarrollo histórico, su valor y las maneras cotidianas que hacían convergencia en su uso, es momento de darle la oportunidad a su pariente cercano: el billete de dos pesos de oro. Como frecuentamos en nuestra página, te invitamos a un viaje histórico por todos los aspectos que caracterizan a Colombia, para hacernos sentir orgullosos de ella.
¿Quién no pensó alguna vez en el inocente interés de hacer favores al abuelo para que éste, de recompensa, nos diera un billete de dos pesos de oro? Cargábamos todo tipo de mensajería, casi exprés, para poder disfrutar lo que se sentía tener poder adquisitivo: “mecatiar” en la esquina. ¿Quién no ha escuchado, o ha disfrutado, la dicha de un adulto de los años 70s cuando contaban todo lo que podían costearse con un solo billete? “Yo una vez me encontré dos pesos e invité a toda la cuadra a bolis”.
eltiempo.comEl billete de dos pesos de oro fue lanzado al público el 20 de julio de 1976, mostrando el público una artística representación de la heroína de la independencia Policarpa Salavarrieta, mejor conocida como “La Pola”, la cual actuó como espía de las fuerzas de independencia en la Nueva Granada. Como era costumbre, la reseña que se presentaba en el billete referenciaba al Banco de la República, como emisor, con la leyenda “pagará al portador dos pesos oro”.
En la parte posterior, como un guiño histórico del país, se encuentra un boceto de la famosa Balsa Muisca, ícono innegable de la historia precolombina de Colombia, consagrada en el Museo del Oro, la cual la usa como pieza fundamental de la exposición.