Fuente: Microjuris
Regularmente se sancionan infinidad de leyes que muchos no tienen idea de que se dan, incluso, algunas llegan a ser tan absurdas que nadie podría creer que hacen parte de la ley nacional.
El Código Civil rige desde 1887 y en él se encuentran bastantes casos curiosos como este que es su artículo 697: «Las palomas que abandonan un palomar y se fijan en otro se entenderán ocupadas legítimamente por el dueño del segundo, siempre que este no se haya valido de alguna industria para atraerlas y aquerenciarlas».
Se estima que en los últimos cinco años, el Congreso expidió 327 leyes y 11 reformas de la Constitución por lo que el presidente, Juan Manuel Santos ha propuesto en un par de veces que se deje de legislar por seis meses y en cambio, se inicie una limpieza de leyes innecesarias.
Por su parte, los presidentes de la Cámara y el Senado, Simón Gaviria y Juan Manuel Corzo, respectivamente, se mostraron de acuerdo con que se haga dicha revisión y se acabe por fin con el desorden legislativo colombiano.
Entre las normas algo absurdas y hasta graciosas que hacen parte de este enorme listado, el periódico El Tiempo nos comparte algunas:
- Ley 89 de 1890
«Determina cómo deben ser gobernados los salvajes que vayan reduciéndose a la vida civilizada.» Rige los cabildos indígenas, pero su título se considera racista.
- Artículo 696 del Código Civil
«Las abejas que huyen de la colmena y posan en árbol que no sea del dueño de esta vuelven a su libertad natural y cualquiera puede apoderarse de ellas y de los panales.»
- Ley 119 de 1919
En su artículo 21, esta norma establece que el Estado debe enviar anualmente a tres estudiantes al extranjero para prepararse en temas de silvicultura.
- Acuerdo 1 de 1918
«Por el cual se crea el fondo de los pobres y se prohíbe la mendicidad.» Establece un impuesto sobre espectáculos, pero se critica porque no dice cómo acaba la «mendicidad».
- Ley 72 del 2008
Da estímulos electorales, como días compensatorios a empleados oficiales. El ex presidente de la Corte Constitucional José G. Hernández dice que el nivel de abstención evidencia que «no funcionan».
De igual forma, la revista Don Juan nos regala unas aún más curiosas que dan pie a que los colombianos se sigan burlando de la justicia de su país:
Prohibido morir: en 2013, Roberto Carlos Celedón, alcalde del municipio de Baraona, Atlántico, apareció en los noticieros y periódicos diciendo que firmaría un decreto para prohibir que la gente se muriera en el pueblo.
Prohibido usar minifaldas: el gerente del Hospital Rosario Pumarejo de López, de Valledupar, Jhonny Flórez, solo quiso “proteger” a las mujeres de las enfermedades, virus y alergias.
Prohibidas las ruanas, alpargatas y pedir limosna: la única intención de Jorge Eliécer Gaitán era “modernizar” las costumbres. Mientras fue alcalde de Bogotá –por un período de ocho meses– batió récord en la firma de decretos. Fueron cerca de 400.
La noche de las mujeres: fue una medida urgente para frenar la violencia en contra de las mujeres. El exalcalde Antanas Mockus creó el decreto “La noche de las mujeres”, por medio del cual se prohibía, de manera simbólica, la presencia de hombres en las calles un viernes en la noche.
Prohibidos los burros: en Montería la culpa es del burro. El animal fue señalado como responsable de los accidentes de tránsito protagonizados por motociclistas borrachos durante los partidos de la Selección Colombia en el Mundial de Brasil 2014.
Prohibido adorar al Niño Jesús: en Colombia, la Iglesia católica se da el lujo de prohibir en pleno siglo XXI. Monseñor Fidel León Cadavid Marín, obispo de la Diócesis Sonsón- Rionegro en La Ceja, Antioquia, prohibió rendirle culto a una imagen del Niño Jesús conocido en la región como Emanuelito.
La mujer en el matrimonio: “la mujer que abandone la casa de su marido, rehúse a vivir con él o cometa grandes excesos contra el orden doméstico y que las amigables amonestaciones de su marido no funcionen, será apercibida [prevenida] por un juez”.